Resiliencia: lo que mi hijo me enseñó al regresar a la escuela durante la pandemia

‘Resiliency.’ Hace poco, escuché esa palabra en inglés y para ser honesta, no sabía lo que significaba y jamás había escuchado la palabra ‘resiliencia’ en español, pero aprendí su significado sin traducirla. Una y otra vez, cuando he hablado con amigas sobre el regreso a clases en este ciclo escolar, la palabra ‘resiliency’ viene a la mesa por todo lo que los niños nos pueden enseñar.

Si voy a un diccionario, la palabra resiliencia viene descrita como la “capacidad para sobreponerse a situaciones extremas” y como sinónimos, colocan las palabras resistencia y fortaleza, aunque creo que resiliencia es una combinación de ambas y dentro de esta, se ubican muchas otras enseñanzas que nos va dejando el sobreponernos a la situación por la que estamos atravesando.

En este año, donde cada familia está viviendo su propia situación y navegando su tormenta en un barco propio, la resiliencia puede ir desde acostumbrarnos al aprendizaje a distancia, hasta hacer ‘homeschool’ (aunque nunca lo hubiéramos imaginado), o regresar a la escuela tomando las precauciones necesarias y aunque eso signifique usar mascarillas todo el día.

Mi familia ha vivido una combinación de circunstancias, primero estuvimos de forma remota con el aprendizaje a distancia, pero en cuanto fue posible regresar a las aulas, mi hijo de 6 años lo hizo, y en ambos procesos he podido ver la resiliencia en él. He aprendido mucho al verlo tomar sus clases virtuales y al escuchar sus historias de regreso a la escuela. La resiliencia es un proceso que me ha enseñado que:

Siempre es posible adaptarnos.

Aunque hay cosas que nos llevan más tiempo que otras, al final, todos podemos adaptarnos a una rutina o a una acción. Al inicio, mi hijo se mostraba descontento con el aprendizaje a distancia, pero después de tres semanas, ya tenía una rutina y sabía qué cosas debía hacer, por lo que cada vez le costaba menos trabajo. Cuando se pudo regresar a la escuela, también pudo adaptarse a lo que la nueva normalidad significa para él, aunque eso incluya usar mascarilla la mayor parte del tiempo (a veces hasta debo recordarle que se la quite al subirse al carro).

Las cosas nuevas dan miedo.

Da miedo conocer nuevos compañeros por una pantalla, da miedo no saber si lo estás haciendo bien, da miedo bajarse solo del carro por primera vez y caminar hasta la escuela sin que mamá o papá estén ahí para darte un abrazo, sin que la maestra pueda darte un abrazo. Pero el miedo también se supera y es nuestra resiliencia lo que nos da la fortaleza.

Los maestros son héroes.

Ellos han tenido que adaptar su forma de trabajar, crear contenidos que son diferentes y en muchas ocasiones, hasta trabajar con niños en el salón de clases, pero también estudiantes que están tomando la clase de manera virtual. Sin importar sus propios sentimientos, ellos se esfuerzan en hacer sentir a los niños seguros y tranquilos, mientras que los niños los ven como una figura que los está apoyando en este tiempo de incertidumbre.

Siempre disfrutan aprender de papá y mamá.

Algo que me di cuenta, es que mi hijo necesitaba escuchar y ver que su educación es importante para nosotros, y no solo se trata de celebrarles una buena calificación, sino mostrar un interés constante en que den su mejor esfuerzo. Mi hijo disfruta cuando reviso sus trabajos a diario y a la vez, eso lo motiva a esforzarse aún más, porque sabe que yo lo estaré viendo.

Educación Física es una materia importante.

Jamás pensé que mi hijo pudiera extrañar tanto la clase de P.E., al final de cuentas, siempre tratamos de mantenernos activos, salimos a jugar, a correr y andar en bicicleta, pero él me demostró que extrañaba las actividades que el Coach les pone en la escuela. Ahora que puede realizar la clase en persona, se muestra contento cada vez que le toca y a pesar de que sabemos que no es igual que antes, él disfruta poder hacer ejercicio en grupo.

Siempre podemos encontrar a alguien que nos dé una mano.

Volviendo a ese primer día de escuela en el que mi hijo se encontraba lleno de miedo por tener que bajarse solo del carro y llegar hasta los salones de primer grado, que no sabía dónde estaban, vi con alegría que sin importar las circunstancias, siempre hay alguien dispuesto a darnos una mano. La maestra que abrió la puerta del carro ese primer día en la escuela para mi hijo, fue esa voz amiga que él necesitaba; no podía abrazarlo, pero le dijo que se abrazara a sí mismo, con su voz lo arropó y lo hizo sentir seguro hasta que él caminó al edificio y se encontró con otra maestra que ya conocía y quien amablemente, lo llevó hasta su salón. Pero ellas no han sido las únicas que nos han apoyado en este periodo, ya que hemos visto la ayuda que nos da tanto nuestra familia, como viejos amigos.

Un abrazo y una paleta siempre transforman el día.

No vamos a abusar del ‘azúcar’, pero sabemos que si de pronto el día no va como esperamos, una paleta siempre puede hacernos sonreír (a nosotros y a nuestros hijos), aunque a veces lo que más necesitamos es un cariñoso abrazo que nos demuestre que todo estará bien.

Después de esta reflexión, creo que si la resiliencia es la “capacidad para sobreponerse a situaciones extremas”, entonces lo estamos logrando; cada uno a nuestra manera, hemos aprendido a sonreír durante la pandemia y el regresar a este ciclo escolar, es solo una muestra de esa resiliencia.

Aidee
Born and raised in the north part of Mexico, Aidée is a mom of two boys who considers San Antonio a great place to raise kids, even though all her family lives on the other side of the border. She speaks only Español at home and tries to teach her boys about their heritage, learning as well about American traditions and having fun adapting to both cultures. Favorite Restaurant: Palenque Grill Favorite Landmark: Mission San Jose Favorite San Antonio Tradition: Rodeo