Traducción y adaptación de la pieza Keeping The Sanity in an Insane Time, escrita por Erin.
Esta es una época extraña y difícil para ser padres. Cuando los niños salieron de vacaciones de ‘Spring Break’, jamás imaginamos que no regresarían a la escuela por el resto del año escolar. Establecer rutinas no es un proceso sencillo, así como tampoco lo es el aprendizaje a distancia, por lo que es normal sentirse desesperada y podríamos llegar a caer en perdernos a nosotros mismos (y nuestra salud mental) en medio de este caos.
Aún y si tienes la suerte de que tu alacena esté llena, ¿cómo te sientes emocionalmente? Solo porque estés enfocada en tus hijos, en tratar de mantener horarios y rutinas, no significa que no debas prestar atención a tus propios sentimientos de lo que está pasando en el mundo.
- Deja tus sentimientos fluir. Date permiso de experimentar el caos, el disgusto, el miedo y la decepción. Siente la alegría de ver a tus hijos jugar a mitad del día en casa. Mantén la esperanza de que esta pandemia se desvanecerá rápidamente. Siente la frustración de escuchar a tus hijos discutir en el pasillo. Reconoce esos sentimientos y emociones a través del día, y nómbralos. En voz alta. Date la oportunidad de decir: “Me siento desesperada”, “Me siento aburrida”, “Me siento desorganizada”. Darles un nombre a los sentimientos nos ayuda a figurar lo que necesitamos en ese momento.
- Habla sobre ello con tus seres queridos. Mándales un mensaje a tus amigos con un meme divertido, un GIF o una nota, contándoles cómo te sientes. Muy probablemente, ellos están experimentando algo similar. Habla con tu pareja sobre los planes para tu familia, pregúntale sobre sus sentimientos y compartan historias de lo que pasa en el día. El horario de mi esposo no ha cambiado mucho, ya que él trabaja en una pequeña oficina con mínima exposición o riesgo de contagio, entonces para él las cosas siguen casi igual. Sin embargo, con tres niños en casa, mi horario está de cabeza y a veces me siento celosa de él. Cuando me di cuenta se lo compartí, y así juntos podemos hablar de lo que siento.
- Reconoce que tus hijos estarán bien. Emocionalmente, ellos también pueden sentirse confundidos. No hay duda de que para los niños en edad escolar todo es diferente. Sin embargo, sus sentimientos y emociones tienen mucho que ver con los tuyos. No tienes que fingir para hacerlos sentir bien, necesitas ser auténtica. Pregúntales cómo se sienten, pero no les insistas. Sabemos que a los niños les gusta tener una estructura, pero también pueden adaptarse mejor de lo que creemos. Déjalos tener más tiempo libre de lo normal, pero también reconoce sus necesidades propias. No te enfades contigo misma si las cosas no salen como planeabas, ellos estarán bien. Mientras para muchas de nosotras esto es una aventura que no quisiéramos estar viviendo, para ellos es aún una aventura.
- Busca la felicidad en los momentos pequeños. En nuestra familia, hablamos de la felicidad como una persona, lugar o cosa que nos hace sonreír. Puede ser algo grande como un miembro de nuestra familia o una maestra, pero también puede ser algo pequeño como pancakes, arcoíris o tiempo en el iPad. Encuentra tus momentos pequeños de felicidad durante esta época tan estresante. Disfruta sentarte en el porche a mitad del día, cuando por lo regular estuvieras haciendo mandados o trabajando.
- Se un buen vecino. Cuando hacemos cosas por otros nos sentimos mejor con nosotros mismos, así que, si tienes la posibilidad, piensa en una manera de ayudar. Si lo único que se te ocurre es enfocarte en mantener una buena distancia social, puedes estar seguro de que estás haciendo algo bueno e importante. Algunas veces, con nuestros niños, podemos hablar sobre la diferencia que hacemos y la meta que tenemos. Piensa en algo que puedas hacer con tus hijos (o sin ellos) y que te de una oportunidad de mostrar amabilidad. Quizá sea dejar notas amables y alentadoras en las puertas de tus vecinos; a su vez, esta es una buena oportunidad para tomar aire fresco y los niños pueden divertirse decorando o escribiendo las notas. Hacer un esfuerzo adicional como este puede marcar una diferencia para mejorar la perspectiva general de ese momento.
- Adelántate a lo que sientes y cuida tu curva emocional. Si estás en terapia, asegúrate de tener planes para las próximas semanas. Organízate con más tiempo, reconoce tus necesidades emocionales y habla con tu terapeuta acerca de ellas. Si estás experimentando ansiedad durante este tiempo caótico, busca un ayudante, ya sea en línea o en persona.
- Reconoce la ansiedad disfrazada. La ansiedad es una emoción desagradable que puede manifestarse de diferentes maneras. Algunas de las cosas que puedes estar experimentando y que pudieran representar ansiedad, son: dolor de estómago, dolores de cabeza por tensión, inquietud, ira, tristeza, mal genio, poca paciencia, manos temblorosas, dificultad para respirar y tensiones obsesivo/compulsivas.La ansiedad también se puede manifestar físicamente pues está arraigada dentro de nuestros sentimientos de falta de control, que todos estamos experimentando de alguna manera. La forma en como puedes combatir la ansiedad es prestando atención a las características físicas y emocionales, y encontrar lo que puedes controlar de forma pequeña. No puedes controlar la salud del mundo, pero puedes aislarte socialmente, planificar tu día en casa y elegir centrarte en lo positivo. Eso es algo que tú eliges.
- Conoce tus límites. Actualmente estás recibiendo información por todos lados (incluyendo este artículo). Reconoce qué información te sirve y qué es lo que te está produciendo ansiedad. Si estar en las redes sociales es un hábito, pero también te está volviendo loca, déjalo ir. Toma un tiempo y elige algunas horas específicas del día para checar las noticias, si es que debes hacerlo. Elige un medio de comunicación y no lo veas 50 veces; establecer límites es algo que siempre ayuda a nuestra mente. Date la oportunidad de establecer esos límites y permítete sentir todo lo que experimentes en el camino. Ánimo, aguanta y reconoce que en el mundo estamos pasando por esto juntos.
