Cuando tus hijos pasan 9 horas en la guardería y has aprendido a aceptarlo

Cuando tus hijos pasan 9 horas en la guardería y has aprendido a aceptarlo

Era mi primer día de regreso al trabajo después de tener a mi segundo bebé y cada que me preguntaban por él, mis ojos se ponían llorosos pues me remordía la culpa de tener que dejarlo en una guardería por 9 horas al día, sin conocer realmente a la gente que lo estaría cuidando y sin poder darle mi atención, cuidados y cariño a sus escasas 12 semanas.

Trabajar fuera de casa nunca ha sido una pregunta o una duda para mí, aunque la culpa que siento por dejar a mis hijos está ahí todos los días (y a veces secretamente envidio a las mamás de tiempo completo) …

Mientras escribo esto, hice en Google la búsqueda “9 horas en la guardería” y está plagado de resultados negativos y de culpa, la culpa de tener que aceptar algo que parece inaceptable para muchos, incluyendo el entorno latino del que yo vengo. Si hago la búsqueda en español, el primer resultado inicia con la palabra “lamentablemente” y después continúa con foros de preguntas en los que madres como yo, expresan su preocupación por que sus hijos constantemente pasan mucho tiempo en este ambiente. Si realizo la búsqueda en inglés, sucede lo mismo… Muchísimos padres que trabajamos 8 horas al día tenemos que dejar a nuestros hijos 9 o incluso, 10 horas al día en una guardería.

Es muy fácil ponernos a pensar todo lo malo que trae consigo este estilo de vida. A mí a veces se me va el sueño imaginando todo lo malo que les puede pasar y pensando que, mientras muchos niños disfrutaron de casi tres meses de descanso por vacaciones de verano, a mis hijos solamente pude ofrecerles una semana fuera porque yo trabajo y solo tengo 15 días de vacaciones al año.

Me ha costado mucho trabajo aprender a aceptar para no vivir con esa culpa de la que padecemos muchas madres, por lo que les comparto algunas de las cosas que me ayudan a ser feliz con el estilo de vida que tenemos:

– Aceptar que mientras yo trabajo, mis hijos aprenden y se divierten: sí, yo podré estar todo el día sentada en un escritorio, pensando en ellos, utilizando el extractor de leche cada tres horas, pero ellos están en una guardería en la que tienen un plan educativo, realizan diferentes actividades durante el día y salen a jugar al patio.

En el salón donde está mi bebé, en el que hay pequeños de 6 a 12 meses, además de cubrir sus necesidades básicas también les leen cuentos, los sacan a pasear en el ‘boogie’, realizan con ellos actividades en las que descubren sus sentidos, como jugar con crema batida o explorar diferentes texturas e incluso, durante el verano tenían un día a la semana de ‘water play’.

Para mi hijo mayor, que tiene 4 años y acaba de entrar a Pre-K, hay un plan de estudios elaborado y que los padres recibimos cada semana; de esta manera, los niños pueden estar hablando tanto del océano y los piratas, como de las diferentes profesiones, la ciudad de San Antonio y los días festivos. Así, en medio de un ambiente divertido, también ha aprendido a escribir su nombre, el alfabeto, los números y muchas otras cosas que le ayudarán una vez que entre oficialmente a kindergarden.

– Confiar en las maestras: al inicio de cada año o cuando cambian a mi bebé de salón, las maestras por lo general son completas desconocidas, a quienes aprenderemos a valorar por la manera en que se entregan y quieren a nuestros hijos. A nosotros, como padres, no nos queda más que confiar en ellas para el cuidado de los niños, reconociendo que nadie los va a educar como nosotros lo haríamos, pero sabiendo que ellas hacen su mayor esfuerzo y siguen el plan de estudios que les dan en la escuela.

– Ignorar los comentarios: esta es una de las cosas más difíciles que tengo que hacer, pues frecuentemente escucho la palabra “pobrecito” cuando hablo con alguien sobre el tema de la guardería. Cuando mis hijos llegan a enfermarse, ufff, los pediatras siempre le echan la culpa de las enfermedades al ‘daycare’ (y probablemente tengan razón). Siempre habrá quienes tengan una opinión diferente a la nuestra y debemos estar contentos con el estilo de vida que hemos elegido para que esos comentarios no nos molesten; al final, solamente nosotros mismos sabemos cuál es nuestra situación y lo felices que nuestros hijos son.

– Aprovechar el tiempo que tengo con mis hijos al máximo: este es otro reto pues después de que los recojo aún debo llegar a hacer la cena y prepararme de nuevo para el día siguiente; sin embargo, busco la manera de que tanto ellos, como yo, disfrutemos el tiempo juntos y los involucro, en la medida de lo posible, en las tareas de casa. Además, para los fines de semana trato de tener un plan de lo que haremos y los llevo a algún lugar como el zoológico o el museo de niños.

Eso sí, cuando ellos tienen alguna actividad en la escuela, trato de estar presente para que me vean y sepan que es realmente importante para mí, así como lo son ellos.

Aidee
Born and raised in the north part of Mexico, Aidée is a mom of two boys who considers San Antonio a great place to raise kids, even though all her family lives on the other side of the border. She speaks only Español at home and tries to teach her boys about their heritage, learning as well about American traditions and having fun adapting to both cultures. Favorite Restaurant: Palenque Grill Favorite Landmark: Mission San Jose Favorite San Antonio Tradition: Rodeo