Después de Un Año de Clases Virtuales 

Parece increíble, pero ya pasó todo un ciclo escolar y aún continuamos en clases virtuales. Cuando inició todo esto pensamos que solo duraría un par de meses, sin embargo, aquí seguimos. 

Todos sabemos que esto nunca estuvo en los planes de nadie. Tal vez fue tu decisión, o tal vez no tuviste otra opción; tal vez tu año estuvo lleno de retos y dificultades, o tal vez fue una divertida aventura; lo cierto es que cada quien a su manera encontró la forma de sobrellevar este año tan extraño, y cualquiera que lo haya logrado, se merece un reconocimiento. 

Llamadas en Zoom, trabajos en Google Classroom, actividades en Seesaw y muchos otros programas. De la noche a la mañana, maestros, niños y padres de familia, tuvieron que aprender esta nueva forma de aprender. Estoy segura que todos tuvieron su etapa de prueba y error, pero al final, después de un año de clases virtuales, todos son expertos en usar estas plataformas. 

Muchos hablan de que este año fue un año de pérdidas. Se habla no únicamente de la pérdida de un ser querido, si no también de la pérdida de la normalidad y la rutina. Los niños perdieron tiempo con sus amigos, tiempo de juego en su escuela, tiempo de crecer y fortalecer sus relaciones. Mientras que los maestros se perdieron de los abrazos de sus alumnos, y de verlos crecer cada día en el salón de clases. 

En cada oportunidad que hay, se recalca lo difícil que ha sido, y los retos que este año trajo consigo. Pero, quisiera también reconocer algunas de las cosas buenas que han sido consecuencia de estar un año encerrados en casa. 

En este año de clases virtuales, los niños se volvieron más responsables y aprendieron a administrar su tiempo. Nuestros hijos nos demostraron lo resilientes que son, porque a pesar de extrañar a sus amigos, a su escuela, a su mundo, se adaptaron con facilidad y sin quejarse. Aprendieron cómo usar la tecnología y escanear sus trabajos, programaron sus propias alarmas, se conectaron a sus videollamadas, y cumplieron con sus tareas. Muchas veces los niños mostraron más entereza que los adultos. Podrán decir que esta pandemia le robó a los niños todo un ciclo escolar, pero también les enseñó muchísimas cosas que no llevan calificación.

Los maestros se ganaron el cielo en este año. Una llamada de Zoom con un montón de pequeñitos es solo para valientes. Nunca entenderé cómo lo hacen, se requiere de un don especial para crear una conexión con los niños cuando hay una pantalla de por medio, pero los maestros fueron pacientes y de la manera más amable les recordaron por enésima vez que prendieran su cámara y apagaran su micrófono. Este año trabajaron el doble para asegurarse de que nuestros hijos continuaran aprendiendo, les dieron amor a distancia y los hicieron sentir parte de un grupo. Tal vez los maestros sientan que este fue un año perdido, pero se ganaron un lugar en el corazón de muchas familias. 

Las mamás y papás también aprendieron algo este año. Los papás nos dimos cuenta lo difícil que es enseñar, y este año en casa nos enseñó a apreciar más todo el trabajo que hacen los maestros. Este año nos dio la oportunidad de conocer mejor a nuestros hijos al verlos desenvolverse en clase, y hay hasta quien aprendió que sus hijos no eran los angelitos que ellos pensaban. Sí, este año trajo consigo trabajo suficientes retos, pero nos dio la oportunidad de echar un vistazo a la vida escolar de nuestros hijos, y de ser su refugio y su más grande apoyo.

Después de un año de clases virtuales, podemos decir ¡lo hiciste! Siéntete orgulloso de ti mismo, porque espués de esta experiencia, no hay nada que no puedas lograr. 

Alejandra
Born and raised in Mexico just two hours away from San Antonio, Alejandra moved to the Alamo City in 2010 with her husband. A year later they welcomed their first son, and in 2013 she officially became a mom of two boys. She has a degree in Communications from the University of Monterrey, and has worked as a writer and editor for both print and web media. A classically trained pianist, Alejandra currently freelances as a copy writer and translator. Favorite Restaurant: Palenque Grill Favorite Landmark: The Historic Pearl Favorite San Antonio Tradition: Fiesta de las Luminarias